Mi vida cambió a partir de la publicación de "Novia que te vea". Conocí el placer de observar que ojos desconocidos te miran con cariño, porque te leyeron,
y ya eres de ellas y ellos (y de ellitas). Pertenezco a la primera generación de inmigrantes venidos de allá, allende el mar, nacida en México.
Terminé mi tercer novela y espero tener fuerza de aventarme el numerito de hacer otra. Por eso ahora, dueña de mi tiempo, dedico
mis días a escribir cuentos, artículos, crónicas, y a impartir talleres literarios, satisfecha, de que por fin, ya sin obligarme a ser modesta, puedo decir que voy siendo la que, desde hace mucho, quiero llegar a ser.